Walter Hermann entre fundamentos y disciplina: “No me siento entrenador, soy un mentor”

Hermann hace hincapié en volver a las bases y reforzar fundamentos.
El ex Selección Argentina y NBA, Walter Hermann, hace hincapié en la importancia de volver a los fundamentos y de exigir conducta porque a su entender ‘no es difícil llegar”, solo es necesario tener disciplina.
A la hora de pensar en formación, Walter Hermann no se anda con rodeos. Su figura imponente, su paso por la Selección Argentina y la NBA, podrían hacerle creer a cualquiera que lo suyo es el alto rendimiento. Pero Herrmann, hoy, elige otro camino: el de volver a las bases.
“En general, tanto en España como en Argentina se trabaja de la misma manera. Aunque a veces buscamos reforzar un poco los fundamentos, porque de un tiempo a esta parte se ha perdido un poco eso”, admite con sinceridad. En tiempos donde el “juego libre” se impone, él prefiere detenerse, mirar, corregir.
“Es mucho más fácil darles una pelota a los chicos y que hagan partido, que enseñar chico por chico y mejorarles eso. Por eso en las clínicas ves a los chicos pidiendo ‘hacemos partido’, pero conmigo no van a hacer partido. Lo mío es fundamentos”, remarcó mientras desarrollaba en Trelew el Campus «ADN Formación Olímpica«.
Herrmann no impone un método, propone una forma de mirar. Y su insistencia en los detalles no es casual. “Les enseñamos cosas básicas. La idea es que, si les damos 50 ejercicios, quizás al chico le gustaron dos. Siempre les digo lo mismo: esos dos ejercicios les dicen a sus profes que les gustaron y quizás pueden ser importantes para su juego. Porque en realidad cada chico, cada cuerpo, cada puesto es distinto”.
Hermann: «Soy un mentor»
Más que un técnico, se define como un mentor. “De momento no me siento entrenador, me considero más bien mentor porque enseño lo que me enseñaron. Me siento cómodo en esto”, reflexiona. No hay nostalgia en su mirada, sino preocupación. Cree que hoy, en la base del básquet, se enseña menos y se exige poco. “Actualmente hay mucho menos fundamentos que antes y no hablo solo de Argentina, lo vimos en España, en Uruguay. No se trabaja tanto en fundamentos y es en lo que nosotros hacemos hincapié”.
En su discurso, también hay una fuerte crítica al debilitamiento de ciertas exigencias formativas, no solo en el deporte sino también en la educación física escolar. “La motricidad fina también es un tema. Vemos que, si se les tira un poco más de la soga, empiezan los problemas. Se empieza a decir ‘si no quiere correr, que no corra’. Me parece que tenemos que volver a la vieja escuela: que se exija un poco más y que si no vienen a entrenar, no jueguen. Que entiendan que no todo es tan fácil y de esa manera mejoren”.
Para Hermann, la clave está clara: disciplina. “Me encanta la disciplina, porque sé que se puede llegar. Incluso me ha tocado jugar con muchos jugadores –te diría que la mayoría– que no tenían demasiado talento. Pero sí mucha disciplina, mucho esfuerzo. Si vos te esforzás mucho en la vida, en busca de lo que querés lograr, aunque no tengas mucho talento, lo vas a conseguir”.
Lo dice alguien que lo vivió todo: que fue campeón, que enfrentó tragedias personales, que se reinventó. Hoy, lejos de los reflectores, Hermann elige influir desde el llano, donde empieza el juego. Desde ahí, con una pelota en la mano y la palabra justa, construye futuro.